La OCT (Tomografía de Coherencia Optica)

_

Constituye uno de los mayores avances tecnológicos de los últimos años en el mundo de la oftalmología, convirtiéndose en la prueba diagnóstica de referencia para el diagnóstico y seguimiento de múltiples enfermedades de la retina y nervio óptico.

 

El OCT (como se conoce en el mundillo de los oftalmólogos) es una prueba similar a una ecografía, que emplea un haz de luz en lugar de ultrasonidos y que permite realizar una exploración diagnóstica de las estructuras oculares. Otra de las funciones importantes del OCT es realizar fotografías digitales de ciertas zonas para poder hacer un seguimiento de la evolución de áreas con posibles alteraciones.

 

Es una prueba de salud visual que se puede realizar a cualquier edad, sin contacto físico, cómoda y sin riesgos, y que en bastantes casos evita tener que pasar por la Angiografía fluoresceínica que requiere la inyección de un colorante intravenoso que implica ciertos riesgos

Angiografía Fluoresceínica:


La exploración se inicia con la inyección en una vena del antebrazo de un contraste de fluoresceína. La sangre se mezcla con la fluoresceína y unos 10-15 segundos tras su administración alcanza los vasos de la retina. Al ser estimulada por una luz azul, la fluoresceína tiene la propiedad de emitir una intensa luz que permite el registro fotográfico mediante una cámara especial, denominada angiógrafo. Proporciona excelentes imágenes del árbol vascular. Conociendo los tiempos en los que se llenan las diferentes partes de la red vascular y teniendo fotografías consecutivas, el oftalmólogo logra hacer un mapa del fondo ocular. Permite diferenciar el vaso normal del vaso patológico en función del curso del contraste a través de los vasos. Es capaz de identificar la formación de nuevos vasos patológicos (neovasos), la obstrucción de la circulación arterial o venosa a través de la ausencia de paso del contraste, o bien la rotura de los mismos, objetivando en este caso el escape del contraste fuera del vaso.